Libros y manzanas

Esto es una actividad de lectura y expresión oral recomendada desde el nivel B1.

Lee el texto y contesta las preguntas:

Lo de vivir en el extranjero para mí fue una casualidad. Además, ese tipo de casualidades que se ve en las películas: de viajar en el mismo avión, de que se le escapase el autobús para Sofía, de coincidir en el mismo autobús para Belgrado… y de vivir hoy juntos en un pueblo en la Costa del Sol.

Por muy bonita que sea nuestra historia y por mucho que me guste mi vida aquí, hay días cuando es difícil. Cuando me gustaría despertarme en mi cuarto con el olor del café que están tomando mis padres en el salón.

En estos cinco años que llevo fuera he elaborado una pequeña lista de cosas que me ayudan a sentirme como en mi casa en esos momentos cuando incluso echo de menos el ruido de tráfico de mi calle y a la vecina del tercero gritando a las 8 de la mañana:

1. Dinares – me gusta tener algunos billetes de dinares en mi cartera. Aparte de que es graciosa la reacción de la gente cuando ven un billete de mil dinares y se creen que eso tiene que ser mucho dinero, los veo cada vez que abro la cartera y tengo la sensación de que es posible vivir en dos sitios a la vez.

2. Ver fotos y vídeos de los 90 – de los que tengo mil porque mi padre es fotógrafo. Algunas veces no estoy segura si de verdad recuerdo algo o lo sé porque he visto tantas veces esas fotos y esos vídeos. Mis favoritos son esos donde se ve nuestro día a día: por ejemplo, un desayuno en nuestro piso antiguo o yo bebé escuchándole a mi hermano cantar y dibujar dinosaurios. Los tengo en mi portátil y me ponen de buen humor cuando lo necesito.

3. Libros – me gusta tener conmigo por lo menos un libro en serbio. Con los años he creado aquí una pequeña colección de libros en español y esa "yo estudiante de Filología" está disfrutando mucho de eso, pero muchas veces prefiero esos en serbio porque son “más míos”.

4. Manzanas – la fruta de las frutas para mi familia. Ya forma parte del ritual diario ver a mi padre traerlas del mercado y explicar que otra vez no ha podido resistir, muchas veces incluso informando sobre el nombre exacto de ese tipo de manzana. Aquí las pelo y las corto en una otra cocina, pero me gusta pensar que la manzana es siempre la manzana, esté donde esté.

¿Has vivido tú alguna vez en el extranjero?

¿Tienes alguna lista parecida a la mía?

Si no la tienes todavía, ¿qué podrías poner en ella?

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